Cuando nos encontramos en una encrucijada, los problemas nos acorralan y sentimos que el universo se cierra sobre nosotros.
Acudimos AL SEÑOR en busca de su LUZ para Iluminar las tinieblas que nos rodean...
El problema es que en medio de la angustia, convertimos NUESTRA ORACIÓN en una retaila de plegarias continuas que muchas veces ni meditamos, si no que las hacemos mecánicamente.
La convertimos en un monólogo, en donde los únicos que hablamos somos nosotros.
Desconociendo que EL SEÑOR es el principal invitado a esta súplica que hacemos.
Yo he experimentado que cuando logro SILENCIAR MI ALMA Y MI SER...Puedo aclarar muchas dudas y encontrar la solución a muchos problemas.
"SOLO EN EL SILENCIO PUEDO ESCUCHAR
AL SEÑOR"
Muchas veces la respuesta que buscamos, llega a través de otra persona que ni siquiera conocemos, o a través de un acontecimiento, de una crisis, en fin.
Pero para poderlas VER tenemos que hacernos dóciles a su voz...Como Él mismo nos dice: " mis ovejas me conocen y hacen caso solamente a mi voz. Yo soy su único Pastor...NO escucharán a Nadie más".
Debemos interpelarnos sobre qué voces estamos escuchando y SIGUIENDO? ...
Sí son las equivocadas puede ser LA OSCURIDAD DISFRAZADA, que se aprovecha de nuestro dolor, necesidad y sufrimiento para hacernos caer y hundir en el abismo.
EL SEÑOR a cada instante nos está HABLANDO. Nos aconseja, anima, corrige...
SIEMPRE está a nuestro lado, pero prudentemente ESPERA a que estemos listos para dejarlo entrar y hacerlo parte de nuestras vidas.
Él nos pide que lo "ESCUCHEMOS" desde el fondo del ALMA sinceramente. Que no coloquemos palabras en su boca que NUNCA ha pronunciado.
!DÉJATE GUIAR POR EL SEÑOR!
"ESCUCHÁNDOLO"